Entre las huestes del Señor de Torete.
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Prometo que fue sin querer. Ninguno de nosotros quiso hacerlo conscientemente, pero las circunstancias del camino nos obligaron. Si el destino no hubiera querido ser caprichoso este secreto todavía no habría sido desvelado.
La noble villa de Torete, ínsula Barataria de nuestro querido compañero el Patrullero Mancuso, existe y ha sido descubierta. Torete se encuentra en pleno Parque Natural del Alto Tajo, a la orilla del río Gallo, antes de que se encañone en el impresionante barranco de la Hoz. El palacio del Gran Duque de Mancuso se encuentra en todo el centro del pueblo, en medio de la plaza mayor, enfrente de la iglesia. Se trata de un edificio de dos plantas con fachada renacentista muy bien conservada. Sus pobladores todavía realizan una genuflexión y ofrecen un gesto adusto de pleitesía cuando se les nombra al Gran Duque.
Lo que todavía no termino de entender es como nuestro querido compañero de pupitre, nunca nos hubiera dicho nada de su humilde morada y del pequeño “reino” y las vastas tierras que le pertenecen por raigambre familiar desde tiempos de la Reconquista.
PD Advertencia para algunos, que malvados ellos, confundieron Torete, este bello pueblo del Señorío de Molina, con la localidad de “El Gordo”, poblachón toledano donde hicimos una parada técnica, para los pipís y para mojar las gargantas, durante nuestro reciente viaje a Alburquerque.
Prometo que fue sin querer. Ninguno de nosotros quiso hacerlo conscientemente, pero las circunstancias del camino nos obligaron. Si el destino no hubiera querido ser caprichoso este secreto todavía no habría sido desvelado.
La noble villa de Torete, ínsula Barataria de nuestro querido compañero el Patrullero Mancuso, existe y ha sido descubierta. Torete se encuentra en pleno Parque Natural del Alto Tajo, a la orilla del río Gallo, antes de que se encañone en el impresionante barranco de la Hoz. El palacio del Gran Duque de Mancuso se encuentra en todo el centro del pueblo, en medio de la plaza mayor, enfrente de la iglesia. Se trata de un edificio de dos plantas con fachada renacentista muy bien conservada. Sus pobladores todavía realizan una genuflexión y ofrecen un gesto adusto de pleitesía cuando se les nombra al Gran Duque.
Lo que todavía no termino de entender es como nuestro querido compañero de pupitre, nunca nos hubiera dicho nada de su humilde morada y del pequeño “reino” y las vastas tierras que le pertenecen por raigambre familiar desde tiempos de la Reconquista.
PD Advertencia para algunos, que malvados ellos, confundieron Torete, este bello pueblo del Señorío de Molina, con la localidad de “El Gordo”, poblachón toledano donde hicimos una parada técnica, para los pipís y para mojar las gargantas, durante nuestro reciente viaje a Alburquerque.
posted by Doctor Brigato at 19:31
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